Capitulo 2 -> ¿Por qué
separadas y no juntas?
Mía y Nanami iban sentadas en la
parte de atrás del coche. Ya cómodas en sus sillitas, comenzaron a hacer
preguntas sobre el nuevo curso:
-
¿Nos tocará la misma
profesora?
-
¿Tendremos los mismos
compañeros?
-
¿Será más difícil?
Como estaban hartos de
escucharlas, al llegar al colegio, sus padres las dejaron allí y se fueron a
toda prisa.
Estaban en el mismo patio del
recreo que habían tenido siempre, solo que este mismo estaba lleno de cientos
de niños y profesores. Las niñas miraron a su alrededor, confusas y perdidas,
sin saber a donde ir, hasta que:
-
¿Eres tú Nanami Takame
Kotori?
-
S-si.
-
Perfecto, ven conmigo.
La profesora la cogió de la mano
y Nami la de su hermana, pero la mujer la apartó:
-
Tú, no vienes.
Mía vio como su hermana se
alejaba, triste, se quedó allí.
-
¿Mía Takame Kotori?- Se
acercó otra profesora.
-
Si.
-
Sígueme.
-
Va-vale.
La mujer la agarró de la manita y
se la llevó hacia un muro.
Al otro lado de aquel inmenso
patio, Nami se encontraba de la mano de aquella señora que caminaba muy
deprisa, buscando a más niños que llevarse.
La profesora paró y agarró a un
niño de la mano:
-
¿Ryoga Katemoto?
-
Si soy yo.
-
Ven por aquí.
-
No, es que tengo que…
A Nami le pareció aquella
profesora un poco brusca, ya que sujetó Ryoga hasta que dejara de resistirse,
entonces, lo arrastró hasta la siguiente parada.
Mía estaba sentada en un muro
junta unos cuántos niños más. A su lado había una niña que parecía sentirse
igual que ella, solitaria.
-
¡Por parejas!- Gritó la
profesora.
La niña miró a su alrededor,
todos se habían puesto por parejas, miró a la otra niña que estaba sentada al
lado de ella y dijo:
-
¿Quieres ser mi pareja?
-
Vale.- Dijo algo seria.
A Nami le iba más o menos bien. Sujeta
por la mano de la profesora, no tenía escapatoria, pero, la mujer los soltó:
-
Esperen aquí mientras voy
a buscar a algunos alumnos más.
Nami miró a Ryoga, y se le dibujó
una sonrisita malvada.
-
Que brazo más débil tienes…
-
¿Qué?
-
Solo digo que si yo me
hubiera resistido así, ya estaría libre de esa profesora.
-
Yo soy muy fuerte, solo
que no quería hacerle daño.
-
Ya claro, y yo…
En ese instante apareció la
profesora de la mano de una niña con el pelo revuelto, y los ojos bien grandes.
-
Uff, no ha sido fácil,
pero lo he conseguido -le dijo a otro profesor alzando el brazo de la niña-,
aquí está Luka.
Nami y Ryoga miraron a Luka, a
los dos no les pareció gran cosa, solo una niña cabreada por no haberse librado
de las clases.
-
Bueno niños,- dijo la
profesora- ¿preparados para ir a clase?
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