Capitulo 1 -> De pequeños todo era más sencillo

Eran ya las 7:00 de la mañana, y las alarmas de los despertadores sonaban por todas las habitaciones de la casa de la familia Takame Kotori.

Nada más oír la suya, Kidou se levantó de un salto, se vistió con rapidez, y salió de su habitación hacia la de sus hermanos. Vio a Kise, durmiendo, de nuevo, en el suelo. También vio a Mía, que dormía plácidamente en su cama, pensó en despertarla, pero se arrepintió.
Siguió caminando por el largo pasillo, donde se encontró a Aino y a Kuroko peleando. Aino sujetaba con fuerza la cabeza de su hermano, mientras, este, se quejaba gritando. En ese instante, Kidou vio a su hermanita Nanami, saliendo de la habitación, frotándose los ojos y poniendo cara de sueño.

-       ¿Otra vez duermes en una habitación que no es la tuya? –preguntó.

-       A ti eso no importa.- Dijo mientras se sentaba en el comedor.- Un vaso de leche fría.

Aunque a Kidou le molestase que le hablaran así, o le diesen órdenes, se veía obligado a atender a su hermana, a causa de que su voz era adorable. Así que preparó, cuidadosamente la bebida que Nanami le había pedido, y otra más, pero caliente, para Mía.
Mía estaba en su habitación, despertó de golpe por el ruido de la pelea de Aino y Kuroko. Pensó que era inútil decirles que parasen, entonces, fue al comedor para desayunar.
Se sentó ahí mismo, al lado de Nanami, que ahora tenía un bigote de leche fría sobre el labio. No dijo ninguna palabra, simplemente, observaba a su hermana tomar su desayuno.

-       Aquí tienes Mía –dijo Kidou-, leche caliente.

-       Gracias Ki-ki-kido.

Kidou sonrió, normalmente su hermana le hubiera llamado con un extraño nombre, que solo ella entendía, pero…

-       ¡Buenos días familia!

-       Bueno días Kise.- Dijo Nanami, sonriendo.

Kise revolvió el pelo de Nami, y ella le respondió con una risa muy dulce.

-       ¿Qué hay de desayunar?- Preguntó Aino, que ahora mismo estaba llegando.

-       Trae a Len y a Matsu –ordenó Kidou.

-       Que carácter –susurró su hermana.

Así transcurrió la mañana, Akine y Joke, sus padres, se despertaron y ayudaron a preparar a Mía y a Nanami, para llevarlas a su primer día de clase